martes, 6 de abril de 2010

AUN HOY...

Aún hoy, y a pesar de las pesadas losas que el implacable tiempo dejó caer, el recuerdo de su dulce mirada despliega coloridos destellos en el verdor de su otoño.
Su sonrisa; bello sinónimo de fiesta y jolgorio, celestiales cánticos de traviesos y rubios querubines jugando entre blandos cúmulos y suaves cirros.
Aún hoy, su sola presencia convierte el día gris e invernal en fragante tarde cálida de primavera repleta de trinos y suave brisa.
Aún hoy, el roce con su piel despierta a las miles de mariposas que, inquietas, dejan de dormitar en el fondo de su alma.
Aún hoy, su pausada y melódica voz se hace dorado llamador de emociones y sentimientos que creía perdidos y olvidados, muertos en el hastío de la negra noche.
Aún muere ante la cruel indiferencia, ante una mirada perdida en otro sueño, un beso lanzado al olvido y una suave mano que con dulzura lo espera.
Aún hoy…muere por él.