lunes, 17 de junio de 2013

REFLEJOS

El penetrante azul del enigmático mar quedó fijado en sus bellos ojos y los inundó de vida, les dotó de su poder, de su belleza, de su inigualable inmensidad.
 
Perderse en ellos se convertía en dogma de fe, en irresistible pero deseada obligación; navegar entre su profundidad era un placer tan cautivador y dulce que hasta las sirenas sentían celos por no poder poseerlos.
 
Una mirada suya y el cielo se sonrojaba ante tanta belleza, pues en ellos se plasmaban los nobles sentimientos de un corazón sencillo y bondadoso.
 
Ojos azules...mirada repleta de sensaciones, de vivencias ancladas entre lágrimas y sonrisas, de palabras y frases que todo lo cuentan, de sinceros abrazos que abren nuevos caminos por descubrir.
 
Ojos de mar y cristalinas aguas, de celeste cielo...tan límpidos y claros que reflejan las ajenas sonrisas que lo acompañan; tan tiernos y dulces que transforman las bellas notas de una melodía en suaves latidos del corazón que- atento- los contempla.
 
Ojos de intenso cielo...tan profundos como el universo, tan misteriosos como las historias que, en su interior, guarda; cautivadoras miradas que penetran sin piedad hasta la bondad más recóndita del alma.
 
Ojos azules...tus bellos ojos repletos de vida.