sábado, 13 de febrero de 2010

TODO ME LLEVA A TI

No puedo dejar de amarte.
Lo intento una y mil veces;
perderme en el silencio de mi alma,
ocultar los besos aún por nacer,
guardar las caricias que fluyen de mis manos,
sofocar las huidizas miradas que te buscan.

No puedo dejar de amarte.
Vivo en el lluvioso amanecer,
entre el bullicio de anónimos rostros,
en oscuros rincones de la consciencia,
en el dulce sueño de ansiada primavera.

…Y todo me lleva a ti.

La noche tomó prestado el azabache de tu pelo;
cuando en ella vivo, es tu cabello el que se enreda en mis dedos.
La tierra quedó prendada de la miel de tus ojos;
en extasiada mirada, es el puro alimento de mis suspiros.
El fuego palideció envidioso ante el ardoroso rojo de tus labios;
son ellos los que me abrasan, los que encienden mi vivir.
El dulce y acompasado rumor del mar se hizo eco de paz;
pobre imitación del sonido de tu voz…
Y son tus palabras-convertidas en suaves olas- las que mecen mi alma,
juegan con alegre picardía entre blanca espuma,
me acuestan en la suave orilla con tu aroma de amor.

…Y todo me lleva a ti.

Porque todo nace muy dentro;
escapan de los poros los ardientes abrazos,
emanan de los labios los versos de amor,
cabalgan libres los pensamientos,
fluye la vida a través de ti.

Porque tú eres la vida; y yo formo parte de ti.