jueves, 27 de agosto de 2009

¿ JUGAMOS TODOS ?


A través de las experiencias adquiridas en el desempeño de mi profesión, he venido notando- con respecto a las relaciones sociales de los juegos que los niñ@s llevan a cabo- que siempre existen algunos que quedan excluidos de los mismos, dando lugar a experiencias y sensaciones negativas que dificultan su desarrollo emocional.


En el papel o rol que yo ocupo, procuro informarme de forma fehaciente sobre las actividades que realizan y los miembros que deberían participar en ellas y, en caso necesario, formo parte activa en dicho proceso, invitando a aquellos que quedan apartados de la actividad; pues considero imprescindible que todos interactúen para que el resultado sea lo más justo posible y todos nos beneficiemos o perjudiquemos de las reglas a seguir, pues de ambas cosas se aprende en el proceso con vistas al presente y futuro.


Asimismo, debería ser ejemplo a seguir por los adultos en sus actividades más rutinarias y cotidianas, haciendo de la vida "algo" más justo, equitativo y, en definitiva, mejor.

Por todo lo expuesto, os lanzo una pregunta y una invitación:


¿ JUGAMOS TODOS......?


domingo, 23 de agosto de 2009

MIENTRAS DUERMES...

Sentada, en silencio envolvente, observo extasiada como el dulce sueño te lleva en sus brazos, adentrándote en espacios privados y únicos en los que Morfeo reina a su antojo y voluntad y, ante la paz del momento, se agolpan en mi mente tus recuerdos de niño, tus "grandes batallas", vivencias narradas a lo largo de los años que juntos compartimos en charlas inolvidables, tardes placenteras y noches sin final.

Las grandes "proezas", que tú me contabas, peinaban sonrisas en éste mi rostro y, año tras año, forjaban las redes de este amor, dibujando a su paso pequeñas arrugas y canas, esculpiendo nuestros rostros con gubia amorosa y manos de dioses; testigos perennes de un amor completo.

Vuelven a mi mente, susurrantes, los amaneceres, que traen consigo días eternos y tu rostro, con cara de pocos amigos, que al contacto del reflejo en húmedo espejo, desafía la cortesía aprendida con los años.

Vuelven tus sonrisas sinceras, que con gracia y donaire forman pequeñas arrugas en tus ojos melosos, provocando en mí carcajadas cómplices en momentos divertidos, ésos que solo tú y yo comprendemos. Miradas cómplices, entre multitudes, que expresan ideas solo entre los dos entendidas, arrancando sonrisas pícaras y alegres que los demás observan con ignorante asombro.

Buscando en el cofre de los sentimientos, también hallo tu rostro cansado, hastiado de tropiezos que la vida nos trae, vivencias negativas que en el corazón anidan, llenando de amargura los rincones de la mente que guarda con cansino existir dichas experiencias, esperando momentos oportunos de fortaleza para ser procesados.

Y, vuelven también, tus momentos alegres, tus logros conseguidos a base de esfuerzo, tesón y trabajo, que llenan de orgullo ésta, mi alma, pues comparten largos años vividos en el día a día de la ilusión.

Mirando absorta el tranquilo respirar, se dibujan en tu rostro gestos muy queridos, que solo yo conozco, que forman parte de tu vida pues se forjaron en momentos tristes, alegres, de angustia y puro placer e hicieron suyo tu cuerpo, tu cara, en secuencia cotidiana de ésta tu vida, que es la mía también. Movimientos y gestos rutinarios que te hacen ser único, con entidad propia, irrepetible para este corazón ardiente; gestos que yo amo pues forman parte de mi vida, de la tuya......

Recuerdos de noches largas, madrugadas eternas en que tu alma vuela dando forma a las vivencias que el día te trajo y en las que, en rincones oscuros, ocultos a las miradas curiosas, damos rienda suelta a la pasión, el cariño, el amor y la fantasía.

Recuerdo, como no puede ser de otra manera, tus tardes tranquilas, de cubata y despacho, derrochantes de sueños, música envolvente y teclas que, al ritmo de tus gráciles dedos, elevan al cielo ideas surgidas de la nada quedando plasmadas en ése tu mundo particular. Tardes de merecidos descansos, donde ésta, tu compañera que te adora, te observa ahora en silencio, recordando su vida, tu vida y disfrutando el momento con tu presencia.

Felices sueños, AMOR.

miércoles, 19 de agosto de 2009

EN SOLEDAD


En la triste noche de este eterno día, la luna, prudente, no quiso asomar.Escondida en las nubes, observa en silencio como un alma en pena ahoga errores en lágrimas amargas sin principio ni final.

El amor, que en ella había, dañaba su alma, su vida, su mente, marcando las horas de la cuenta atrás.

Ya no hay quimeras, verdades, mentiras, engaños del miedo que en el alma pura producen angustias lacerantes y maldad, permitiendo que la vida se escape lentamente, que ilusiones y esperanzas sin nacer, mueran ya.

Errores pasados cobraban ya vida, tomaban la forma de tristes estampas, tiempos ya vividos, momentos oscuros, soledad intuida y, en medio del caos, las almas en pena moviéndose al ritmo de oscuras palabras, odas malditas, conjuros de amor.





miércoles, 5 de agosto de 2009

Y YO TE DARÍA...




Mi niño, yo te daría
la luna si me pidieras,
el alma, la vida entera,
el cuerpo y el corazón.
La mano que mece el rostro,
palabra que llegue al alma,
caricia de una mañana
que despierta ilusionada,
mirándonos con envidia
al albor de un nuevo sol.

Mi niño, yo te daría
noches blancas,
noches nuevas,
sensuales, excitantes,
traviesas y expectantes;
juegos del cuerpo y el alma
con la luna por montura.

Los años que ya pasaron,
los que quedan por vivir,
una mano en el camino;
y la ilusión de la vida,
compañera imprescindible
en estos extraños días,
en los que todo está hecho,
y todo está por venir.

Mi niño, yo te daría
la tranquilidad soñada,
reposo del caminante,
refugio siempre incansable,
risas deliciosas,
cómplices miradas,
sonrisas al viento,
abrazos eternos y,
en sinceras palabras
y paz contenida,
unir nuestras almas.
Juntos, ya, al fin.

Mi niño, yo te daría
mis deseos más ocultos,
las frutas más prohibidas,
pasiones irrefrenables
de este cuerpo enamorado
que lucha por tí, día a día.

Mi niño, por tí yo daría....


domingo, 2 de agosto de 2009

DETALLES


En el amor como en la soledad, siempre encontramos alguna canción que nos acompaña y nos lleva hasta remotos lugares de los que, a veces, no queremos volver.
Para los corazones rotos, no hay nada como esta inigualable y bella canción de Roberto Carlos y esta bonita reflexión:

"Al escuchar esta canción, recordarás que eternamente me acordaré de ti y que siempre fuiste, eres y serás el único y gran amor de mi vida."