miércoles, 22 de diciembre de 2010

SOÑAR LA VIDA

Hoy es día de sueños cumplidos, de fiesta, de risas, de abrazos y exceso de brindis derramados pero también es momento de recoger los fragmentos de tantos y tantos proyectos que no pasaron de eso, fragmentos de vidas que quedan en el suspenso de otro largo año en recipiente de formol guardado...y la resignación que baña el cuerpo, millones de poros exudando frases de conformidad al unísono cual coro celestial.

Es por eso que cojo mi copa y elevo a lo más alto, al eterno e inalcanzable infinito, el más sentido y exquisito brindis que de lo más hondo de mí nace.

Porque hoy, aquí y ahora, brindo por los sueños que quedaron suspendidos en la nada; aquellos que solo existieron en maltrecho corazón, que no llegaron a ser ni siquiera un proyecto.

Brindo por las caricias que ya nunca nacerán; quedarán reducidas a polvo de camino, insignificante y mugriento.

Brindo por tantas y tantas mañanas de clara luz vacías de sentido, de vivencias, de alegrías; por los años que, en balde, se fueron para nunca jamás regresar; brindo por lo que pudo ser y nunca fué ni será, porque somos como somos; por la amarga resignación que llena nuestras vidas, por el amor que emigró buscando nuevas primaveras.

Brindo por la vida que, en horizonte lejano, se diluye; por la mirada que perdió la inocencia de verse reflejada en ojos amantes; por lo que nunca tuve ni tendré, por las lágrimas derramadas, por la cobardía de los actos, por la mentira que destruye vidas, por mí, por tí que me lees, por todos los que alguna vez en su vida soñaron soñar- o al menos así lo creyeron-.


Brindo por la pureza de los sentimientos, por lo que queda de vida, por los valientes, por los que nada desean pues todo lo tienen en su interior, por la soledad de los que aman, por la vida.

lunes, 6 de diciembre de 2010

UN DIA; UNA VIDA ESPECIAL

Hoy es un día grande para mí; mi cumpleaños...todo un gran cofre de encuentros y desencuentros en el soportable y a la vez agradable camino de la vida. Y como no podía ser de otra manera, toca hacer balance de la existencia-que en fin de año se acumulan las tareas y toca reír y brindar-.
Observo la realidad-mi realidad-, desde lo más profundo del alma, sin engaños, sin mentiras, sin reproches, sin absurdas máscaras que todo lo tapan y a nadie engañan...y me quedo con tantas y tantas cosas, momentos, vivencias, sentimientos, reencuentros...que es de obligado cumplimiento agradecer sin descanso ni premura todo lo que tengo y todo lo que siento.

Son 46 los años celebrados que ya pasaron y a pesar del dolor innato que los tropiezos de la vida te imponen, me llevo un gran arcón repleto de felicidad. Un arcón hecho a medida, instantáneas de sinceras sonrisas y buenos propósitos, dos ángeles que colman de dicha cada uno de mis días y de preocupaciones todas mis noches, caricias en el rostro que extasiado las observa, roces sutiles de mejillas tan tersas como la piel del tambor, que me sumergen en su dorada juventud y me hacen flotar en ella. Un hogareño fuego con olor a vida compartida, sueños alcanzados a golpe de sacrificios y de carencias para descansar junto al calor y el color de su esencia. Una mano amiga, amante, compañera, doliente y sufriente, el rostro en el que me reflejé hace ya tanto tiempo y que quedó grabado en lo más profundo de mi alma, la alegría de mi hogar, el melodioso canto que me hace luchar día tras día-el canto de su voz-, los recuerdos y las vivencias que forjaron sabios surcos en el rostro para recordarnos que estamos vivos; surcos que beben de mis labios y de mis caricias, sueños, muchos sueños aún por alcanzar, una frágil roja rosa llena de amor y deseo para admirar entrelazados al calor de blancas sábanas.

...Y ganas de vivir; muchas ganas de vivir, todas las del mundo.

¿SE PUEDE TENER MEJOR REGALO?