domingo, 21 de junio de 2009

!... Y AL ATAQUE !

7 de la mañana. Un sonido cansino, espeso e incordiante llega hasta mi cerebro, revolucionando y poniendo en alerta hasta la más perezosa de mis neuronas. !Pero bueno!, ¿quién molesta a éstas horas?; !vaya, el despertador!. Me doy la vuelta en el lecho de mis amores y lo apago, dando la orden a mi cuerpo de empezar un nuevo día. !Que ilusa!. !Como si yo mandase en él!.


Me levanto y desperezo, dedicando unos minutos a poner en orden este caos de 44 años que ya empieza a protestar. Y pienso: !bien, otro día más!; pero !qué va!, no sabía la sorpresa que éste, mi cuerpo serrano, me tenía preparada: la rebelión, la lucha, la guerra de las guerras.


La 1ª batalla: en el cuarto de baño:
Ojeras más pronunciadas, otra arruga a sumar, el pelo a su ritmo y a su aire; que por eso "yo lo valgo", y las nalgas 0,5 cm. más bajas que en ésto de la gravedad no hay quien le gane la guerra a los años.En fin, pelillos a la mar. Me ducho, peino y maquillo,ordeno la habitación-que una es muy hacendosa-,desayuno y me marcho a trabajar.En el trabajo; todo bien....bueno; como siempre; 24 espíritus creativos, inquietos y juguetones que no dan tregua , ni respiro. Pequeños sabios del mundo, con ansias por descubrir, palpar, transmitir sus experiencias, con el empeño de hacer de los adultos sus confidentes de juegos, sueños, vivencias y de convertirnos durante unas horas en ésos pequeños duendes que tan bien nos lo hacen pasar.


De vuelta a casa; la 2ª batalla:
En la cocina, terminando de improvisar una bien merecida comida, una cierta desazón se apodera de mi alma, el estómago se encoge-más no de hambre, que es bien educado y hasta que no estemos todos, no es momento de protestar-, una oleada de tristeza recorre mi cuerpo desde la punta del dedo gordo hasta la última cana de éstos mis revoltosos cabellos y una lágrima tras otra brotan de mis asombrados ojos, que, sorprendidos, no pueden sino derramar éste líquido salado tan lleno de sentimientos surgidos desde no se dónde, ni porqué. Vaya por Dios, !volví a la adolescencia y yo sin enterarme!. Desde mis entretelas, me esperaba una sobremesa y una tarde repleta de canciones nostálgicas, recuerdos de tiempos pasados, amores incomprendidos e imposibles y un cierto toque de tragicomedia. Pero, cómo no; una vez asimilados los retos que mi mente me lanzaba y como no podía ser de otra manera; echamos marcha atrás.


La 3ª batalla: la euforia.
No sé yo que es más temido y temible; si un estado de ánimo en el que todo es motivo de llanto y pesar o una vuelta a los 15 años con música discotequera incluida, de ésa clase que te hacía mover hasta el último músculo de tu cuerpo y te elevaba a las nubes mientras las luces de colores daban mil matices a tu cara y tu sonrisa. El salón de la casa se transfigura, al equipo de música solo le falta echar a volar y los pobres vecinos, al ritmo de los Bee Gees y los village people; que con su música nos hacían mover el esqueleto convirtiéndonos en protagonistas de "Fiebre del sábado noche". Dejándome llevar por las hormonas, me sumerjo en la música y muevo el cuerpo que parece que le hubiese dado el "baile de san Vito", (verás mañana las agujetas, y la cantidad de músculos que me descubro).Bien visto, tampoco es tan malo ésto de los cambios hormonales, que al fin y al cabo, también tus buenos ratos te dan.


Pero, claro, no contaba con la última baza que este juerguista y bromista cuerpo me tenía preparado.
Terminando de preparar la comida del día siguiente, que es tarea ineludible, en esta ama de casa, trabajadora, madre, compañera, amante..., en fin, una mujer normal y corriente de hoy en día(VIVA LA IGUALDAD Y LA LIBERACIÓN DE LA MUJER), comienza a formarse una extraña sensación en las entrañas, sensación que poco a poco va subiendo y horadando todo tu ser hasta que convertida en bola de fuego explota en tu cara y cuello y comienzas a notar como todos tus jugos empiezan a fluir por los poros de tu piel llenando de pequeñas gotitas la cara y el cuero cabelludo( que era lo que le faltaba a tu hermosa cabellera puesta en orden a base de € en la peluquería); la cara parece un fruto maduro; vaya, un tomate reventón en vísperas de la Virgen de agosto; el corazón, un caballo desbocado ( que dicen los "entendidos" que son palpitaciones) y tú, totalmente anonadada y sudorosa marchas rumbo a la ducha, a darte un merecido chapuzón; que ésto de los sofocos tiene fácil solución.


Ya fresquita y relajada, todo se hace lejano, otro día más cargado en la mochila de la vida y ahora... a dormir; bueno, a dormir o lo que " toque", porque también esta edad te da sus satisfacciones y ésta que lo es, no es amiga de privaciones.


Buenas noches y hasta mañana, que en este día , la guerra la gano yo. Mañana Dios dirá.


......".A éstas locas buscadoras de sueños, luchadoras incansables, que no permiten que la rutina diaria les rompa la ilusión".

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