martes, 7 de septiembre de 2010

EL COMIENZO


Unos pocos días; solo un pequeño suspiro en la vida para acoger a un variado ramillete de temblorosas caritas que miran con recelo. Mentes abiertas a la sorpresa, inocentes corazones ávidos de sonrisas, pequeñas manos que te ofrecen la bella experiencia de aprender y educar.
En tan pequeño espacio de tiempo no puedo dejar de añorar a ese pequeñito grupo de niños-ya mayores- que comienzan su nuevo camino lejos de mi protectora mirada.
Para ellos, nació del corazón estas reflexiones en el día de su despedida y, hoy, deseo compartirlas con vuestras sensibles almas.
Espero que traspasen la barrera de la razón...

"Les miro a los ojos, dulcemente, con infinito embeleso, en meditado silencio y diminutos rostros surgen aleteando en la mente como alegres mariposas en fértil jardín.
Rostros salpicados de pícaros hoyuelos que, divertidos, observan al afanado adulto que por primera vez les habla.
Rostros dulces y tiernos, que reflejan sin pudor la sorpresa de un mundo nuevo y desconocido.
Rostros repletos de angustia y llanto, incapaces de contener tanto miedo en su interior.
Rostros que ya forman parte del extenso equipaje cargado en el camino, formando un bello collage en lo más hondo del corazón.

Tres años de experiencias, de ajetreadas y bulliciosas mañanas, de penas y alegrías; tres años en los que revivir la satisfacción de una sincera carcajada, sentir la bonita humildad de compartir volteretas y divertidos juegos, vivir maravillosas aventuras al abrigo de las palabras, encontrar en sus ojos la magia del saber; volver a ser los niños que tiempo atrás fuimos.
Tres años de enseñanza y también de aprendizaje porque a su lado comprendimos…
Que la esperanza no solo se viste de verde, sino también de roja sonrisa, de blancas manos y de ojos de miel.
Que el silencio es un secreto compartido a voces; las miradas, bellos espejos que muestran la intensidad de sentimientos vividos.
Que la amistad se construye con enfatizado empeño, en el día a día, entre demoledores abrazos y besos de consuelo.
Que la empatía no se enseña; se aprende a manos llenas, a través del joven corazón que no sabe de rencores ni rencillas; que no distingue entre raza, color ni creencia.
Que nuestra imaginación tiene mil caminos para llegar a su meta-su conocimiento- y que el esfuerzo se ve gratificado en el aprendizaje.
Que el tiempo se mide en sensaciones y experiencias vividas, donde un solitario minuto puede convertirse en amarga eternidad y una larga mañana en alegre instante.

…Y todo esto, nos lleva a entender que el futuro solo lo puede cambiar la bondad del presente; la dulce inocencia de los bellos ojos que ahora nos miran."

16 comentarios:

José Alfonso dijo...

Te puedo garantizar que tus reflexiones me han hecho sonreír, mi mirada al infinito. Te he imaginado escribiéndolas, en absoluta paz, con la cadencia de una lejana nana. Y te he visto, a pesar de todo, el rostro pleno de bondad y satisfacción. Llevo un buen rato por aquí, ante el fondo negro. Marcho ya, casi de puntillas.

Un beso en la mejilla.

marimer dijo...

Son tan diferentes al entrar al cole y al terminar la etapa de Infantil que...no sé...a veces hay que mirar atrás y recordar muchas cosas...sus miradas, su inocencia...
Veremos este año,ja,ja
Besos con aroma a nana.

Grego dijo...

Gracias por dejar que los demás podamos quedar atrapados en tus palabras, en tus sentimientos y así podamos compartir de alguna manera tus ilusiones. Un beso, Grego

marimer dijo...

!Tú ya compartes tantas cosas conmigo....!
Desde mi rinconcito te mando una suave nana para que acompañe las noches en las que los recuerdos desbordan tu corazón.
Un gran beso, querida Grego.

Anónimo dijo...

Mi más sentida enhorabuena sobre todo, por reflejar tanta ternura en este post.

Saludos cordiales Marimer

marimer dijo...

Es la ternura de sus miradas la que nos da fuerzas para seguir hacia adelante, para no rendirnos jamás.
Gracias Mistral por tu visita.
Un abrazo

vifran dijo...

Tened cuidado con el mundo de los blog, rompen vidas, os lo aseguro

Anatorres dijo...

Feliz Año Nuevo, Marimer!!...que me río yo de enero.
Suerte con tus nuevos chiquitines!!
Un beso, amiga.

Walter Portilla dijo...

Imagino lo agradable que debe ser regresar unos años atrás y encontrarse con tu mirada dulce en el salón de clases. Ahora lo dices, y dejas que nuestros corazones se empapen con palabras que te brotan tiernas por las manos mientras las escribes. Agradable es siempre llegar a leerte, Merces, auqnue el tiempo se torne esquivo, a veces. Un beso.

José Alfonso dijo...

Te lo dejé en mi cuaderno.

Un beso.

marimer dijo...

!Huy Vifran!....que casi has llegado a preocuparme....los pies en el suelo...siempre...aún no aprendí a volar.
Saludos

marimer dijo...

Y yo también Ana...que por Navidad la cosa está más calmada.
Ahora toca...prisas, llantos y energía a raudales.
La recompensa...un fuerte abrazo en plena calle.
Ya me contarás tu experiencia.
Un beso mocoso

marimer dijo...

Hooola Walter; sí, esa es la palabra...empaparse de la sabiduría de los pequeñuelos que te enseñan las prioridades de la vida.
Me alegro de tu visita tanto....
Un beso fuerte

marimer dijo...

Allí lo dejaste y de allí lo recogí J.A., lo tomé con dulzura entre arrullos y con suavidad lo acuné hasta quedar dormido.
Ahora lo observo mientras una sonrisa aflora en los labios; en silencio, para no despertarlo del dulce sueño.
Un beso
Muchas gracias

Anónimo dijo...

Absolutamente de acuerdo...debemos poner nuestra esperanza en el futuro de esas criaturas que hoy nos miran con transparencia, que no conocen la maldad ni viasualizan el mundo que les espera, la forma en que los moldeemos puede...deberà hacer la diferencia...
Hermosa reflexiòn


saludos cordiales

marimer dijo...

Bienvenida Adelfa al rincón de las ilusiones donde los sueños quedan plasmados en livianas palabras, listas para adoptar.
Siempre he creído en el ser humano, en la bondad y en la inocencia...a pesar de todo.
Besos